Estoy rota. Rota de dolor y también mental. A pesar de las veces que he tenido que cancelar planes y cambiar otros, no estaba preparada para estar tan mal esta última noche del año.
Sólo me queda el consuelo de pensar que en Vila-real, excepto un día, he pasado unas navidades estupendas al lado de mi familia.
Hoy, desde las 7:00h. que me he despertado a causa del dolor, he hecho todo lo posible por llegar a la noche y conseguir estar al menos pasable. No lo he conseguido. Mi monstruo particular lleva todo el día a mordiscos conmigo y a estas horas me tiene noqueada. He de despejar mi mente, he de retomar fuerzas para mañana echarlo a patadas y empezar mejor el año.
Sé que no es día para estas cosas. No pretendo nada con este texto, ni siquiera compasión o comprensión. Simplemente me propuse hace ya varios meses contar mi día a día con la FM y hoy, esta realidad que plasmo es más cruda que nunca.
Un beso y como siempre: GRACIAS.